sábado, 5 de noviembre de 2016

La ciudad maya en la selva

Valladolid, 3 de noviembre de 2016

Sí, la cabecera de este titular está bien. Hoy dormimos en el Valladolid de México, un bonito pueblo colonial que es la población más cercana a Chichén Itzá, una de las siete nuevas maravillas del mundo, la última que me queda por descubrir. Pero eso será mañana, hoy el día ha dado también mucho de sí.



Antes de las 8 de la mañana estábamos de pie para ducharnos y desayunar con tranquilidad y hacer el checkoutnde nuestro hostel. La idea era pasar la mañana en Cobá,mundos restos arqueológicos situados en medio de la selva a unos 45 minutos en bus de Tulum. Los autobuses salen de la terminal por la mañana, nosotros cogimos  el de las 10 y tienen su vuelta a las 15 de la tarde. El precio del billete es de 140 pesos ida y vuelta.

Cobá se encuentra cerca de un lago donde al parecer hay bastantes cocodrilos, aunque no les hemos podido ver. El acceso cuesta 65 pesos y en su interior podemos alquilar bicicletas para movernos por el recinto por otros 50 pesos. El camino se puede hacer andando pero en bicicleta es más cómodo y sobre todo divertido.



Hay tres zonas unidas por varios caminos en medio de la selva. Realmente en sí las ruinas están bastante destruidas a excepción de la pirámide principal y el conjunto del principio. La pirámide principal es la más alta del Yucatán con 42 metros y una de las pocas que puede escalarse a lo más alto. No es apta para gente con vértigo ya que la subida es bastante empinada, pero casi peor es la bajada, donde muchos turistas optan usar la técnica "culo al escalón". Desde lo alto la mirada se pierde en la selva y no se ve rastro del hombre. 



El resto de edificaciones de Cobá están bastante destruidos más allá de un par de pirámides más y las dos canchas del juego de la pelota. Como curiosidad, en Cobá no se han encontrado indicios de sacrificios humanos, así que aquí ganar un partido al juego de la pelota parece que no significaba la muerte de los jugadores. También hay distintas estelas a lo largo del yacimiento, pero su estado de conservación es bastante malo. Según Dani el resto son las barbacoas que están en los billares de Córdoba.



Lo bonito de Cobá es el entorno en el que se encuentra en medio de la selva. Nuestro bus salía a las 15 de la tarde, así que aprovechamos para comer en Cobá. No había mucho donde elegir, pero la verdad es que no era caro para ser un lugar turístico. El resto del día decidimos pasarlo en la playa de Tulum hasta que saliera el bus por la noche camino de Valladolid.



Pese a que el día fue bastante caluroso, la tarde estaba nublada. Aun así no quería dejar de bañarme en el mar por fin. El agua estaba relativamente caliente pero había bastante resaca, no me alejé de la orilla. La playa de Tulum es muy bonita, se encuentra en un parque natural donde hay varios tipos de animales, entre ellos la zorra plateada, aunque no vimos ninguna. Lo que sí había era zonas acordonadas donde las tortugas ponían sus huevos.



Para disfrutar de la playa si estamos en Playa del Carmen, bien merece la pena coger un colectivo hasta Tulum. Su Costa es mucho más bonita y tranquila que la de Playa del Carmen, más turística y con chalets a la orilla de la playa. Antes de coger el bus a Valladolid pasamos por un supermercado donde compramos algunas cosas para el viaje. Patatas con sabor a limón, rebanadas de pan bimbo untadas de nocilla y algunas bebidas extrañas de mango, manzana o fresa.

Sobre las 21 de la noche llegamos a Valladolid y cogimos un taxi a nuestro alojamiento. Dormimos en la Hacienda Margot, una impresionante casa colonial donde su dueña nos atendió con mucho cariño y hasta nos enseñó su casa/mansión que estaba pegada a la Hacienda. Como teníamos que ir al cajero, el hijo de la casera nos llevó al centro en coche y nos ofreció darnos un paseo por la ciudad y enseñárnosla. Valladolid es un pueblo colonial muy bonito. Según nuestra casera el Valladolid de Yucatán tenía el mismo trazado que nuestro Valladolid, pero sinceramente, este Valladolid se parece mucho más a Barcelona, con calles rectas formando cuadras, nada que ver con nuestro Valladolid de calles sinuosas.



De paso nos enseñó algunos de sus negocios, una cadena de supermercados y un parque acuático. Se ve que son gente de dinero. De vuelta a la Hacienda estuvimos hablando con la dueña y sus hijos un rato, son tremendamente amables y nos ayudaron en todo lo que les pidimos. Incluso nos recomendaron un cenote al que ir al día siguiente y visitar las ruinas de Ek Balam, a 10 minutos de Valladolid. Este alojamiento es muy recomendable.

Tuvimos tentaciones de salir a cenar, pero después de la ducha el cansancio nos dejó muertos en la cama.







1 comentario:

  1. Jaja como mola chicos!!! Rebanadas con la nocilla ya puesta??? Olgazanes!! Teneis el ritmo caribeño metido en el cuerpo!!

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